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El que tiene un porqué encuentra el cómo.

martes, 25 de marzo de 2014


NOVELA DE AJEDREZ. Stefan Zweig

En mi segunda incursión en las novelas de Zweig, vuelvo a quedar fascinada por la brutal maestría de su narrativa. Pienso que es el escritor (que yo haya leído) que mejor describe los extremos emocionales. Podemos sentir estas sensaciones, casi irracionales, en nuestro cuerpo y nuestra mente, pero describirlo, eso es otro cantar. Pues tienen delante de ustedes y a través de palabras, las mejores descripciones de emociones básicas y humanas que puedan encontrar. Tan es así, que cuando estamos leyendo, lo único que podemos hacer es sentir. Sentir a lo grande. Porque nuestro autor no se conforma con explicarnos un sentimiento de tristeza, desesperación o desolación. Lo lleva a tal punto, a tal extremo, que después de eso, no hay nada.

Novela de ajedrez desarrolla la escena en un barco con destino a Buenos Aires en el que viaja Czentovicz, campeón de mundo de ajedrez. Reconocido por uno de los pasajeros, las circunstancias se inclinan a que éste acabe compartiendo tablero con el Señor B. Único contrincante posible para hacer frente al vigente campeón. Con una enigmática estrategia de juego, iremos descubriendo el porqué de la capacidad del Señor B. y de su extraña entrega a éste.

Nuevamente se puede comprobar con Novela de ajedrez que no son necesarias muchas páginas para hacer que el lector se estremezca, se involucre y no olvide la historia. Precisamente se debe a que Zweig desgarra con sus letras el alma del que lee. Lleva a sus personajes a desbordarlos de emociones, da igual cuales, conocidas por todos, aunque tan intensamente, sólo experimentadas por unos pocos . En esta ocasión vemos la capacidad de supervivencia mental, cuando las condiciones desatan todo lo escondido en los recovecos de nuestra mente. Cómo cualquier estímulo puede ser motivador de resistencia para nuestra, no tan imperfecta, naturaleza humana.

Ya he decidido que cuando lea a Zweig, mi único objetivo será dejarme llevar. No entretenerme con su lectura ni analizar qué me gusta más o menos. Dejarme llevar "a corazón abierto". Dejar que las emociones fluyan, suban, entren y se hundan dentro de mí. Os lo recomiendo. Ésta es una de las ventajas de leer a un grande de las letras. Que las emociones nos rasguen es la mejor manera de sentirnos vivos y para ello, leer a Stefan Zweig, es una apuesta segura.
 

4 comentarios:

  1. Sentirnos vivos, casi nada... Pues nada, tendré que leer a este autor de una vez, que ya lo llevo aplazando demasiado no?

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  2. Y me cuentas, a ver si te sugiere lo que yo pienso. Conociéndote, estoy intrigada en cómo vas a reaccionar. Un besiño.

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  3. Movido por las recomendaciones twitteras tendré que leerlo. La verdad que soy un poco remiso a considerar clásico a un autor más o menos moderno, más que nada porque me he llevado muchas decepciones. Lo leeré como dices, dejándome llevar. Además, ¡me gusta el ajedrez!
    Gracias por la reseña.
    Besos.

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    1. Gracias por tu comentario, Rubén. Espero que ya conozcas a Zweig y no te haya decepcionado. Igual es que a mí me gusta casi todo, no sé. Pero tengo una alerta interior que me deja muy claro cuándo algo es especial. Ya me contarás!

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