ROTTENMEIER. Roberto
Carrasco
¿Cómo olvidar a Heidi? Su bondad, su inocencia, su amor
incondicional y esa vitalidad contagiosa que hacía las
delicias de todo el que pasaba por su camino. Nos obnubiló a
todos su aparición, excepto a la señorita
Rottenmeier... Cuántas veces utilizamos este nombre como
eufemismo de tosquedad, estiramiento y frialdad. Y que poco nos hemos
parado a pensar por qué la insufrible institutriz llegó
a cultivar ese odio hacia Heidi y hacia cualquier expresión tácita de
felicidad y paz interior. Pues os alegrará saber que Roberto
Carrasco sí que ha deparado en ello, y con Rottenmeier, acabo
de descubrir su vida y sus sombras en un diario en primera persona a
modo de confesión. La señorita Rottenmeier pasa a ser
protagonista irrefutable, convirtiendo a nuestros queridos personajes
de la infancia en meros participantes secundarios que se cruzan en su
camino, no por ello, dejando de marcar el devenir de su existencia.
Charlotte Rottenmeier hace un recorrido de su historia personal,
desde sus orígenes pasando por una infancia detallada y
narrando cómo el paso de acontecimientos y circunstancias (que
no os voy a desvelar) la acaban convirtiendo en un ser resentido,
egoísta y con unas convicciones morales y religiosas tan
excéntricas que rozan la psicopatía. Las
justificaciones razonadas y convincentes que ella misma da a sus
actos, hacen que el lector pase la línea de la “locura”
percibida, convirtiéndola en un humor negro, muy negro. Al
menos en mí, ha tenido un efecto de comedia retorcida y no por
ello me parece menos real. La personalidad de la señorita
Rottemeier es de manual para los profesionales de la Psicología.
Tan bien compuesta y expuesta que, al relacionarla con la historia ya
conocida de la cándida Heidi (o Adelaida para nuestra
protagonista) consigue desatar la risa más escondida. Hay que
hilar muy fino para convertir esta historia, bastante oscura y a
veces delirante, en algo gracioso. Roberto Carrasco lo consigue sin
esfuerzo aparente. No olvidéis el nombre del autor, su buena
narrativa, originalidad y su calidad literaria harán que
Rottenmeier, y lo que se proponga, llegue muy lejos.
Me ha hecho reír, impresionarme y trasladarme a aquellos años
en los que esta historia, desde otra perspectiva mucho más
“blanca”, hacía los delirios de mis tardes. Me alucina
experimentar cómo puede cambiar nuestro concepto de una
historia en función del punto de vista desde el que la
conozcamos. La vida misma... Pero también ha sido emocionante.
Gran sorpresa ver aunadas sensibilidades tan dispares, pero tan bien
conjugadas en estas páginas. Queridos lectores, volved a la
infancia con esta novela. Una infancia más macabra, pero mucho
más divertida y no perdáis de vista al entrañable
Pedro, todo un descubrimiento...
Impresionante reseña Mercedes, enhorabuena, es un placer leerte.
ResponderEliminarMuchas gracias, Eduardo! Deseando estoy de hacerte una nueva reseña. No hay dos sin tres! Un beso.
ResponderEliminarMe reí muchísimo con Pedro, y me encantó el libro. Estoy de acuerdo: te hace reír, sufrir, pensar, pasar miedo, te lo lees con gran expectación... vamos, es que lo vives!
ResponderEliminarGracias, Ariadna!! Justo lo que pienso y he querido transmitir. Espero que lo lea mucha gente y conozcan a Roberto Carrasco.
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