MIS PRIMEROS,
PRIMEROS BESOS. Lyona
Ummm, el primer beso... (y utilizo
"ummm" como onomatopeya susceptible de cualquier interpretación).
Puede pasar por nuestra cabeza un recuerdo de graduación tan variable, como
personas los hayan experimentado. Desde el más romántico, entrañable y
apetecible, hasta el beso asociado a la aversión de unas expectativas
decepcionadas. O lo que es lo mismo, que nos repugnó. Pero entre éstos y los
miles de matices que se pueden encontrar en el primer beso de cada persona, lo
importante es que hayamos tenido uno. Y que sólo nos pertenece a nosotros.
El libro que aquí os traigo no es un
tratado de seducción, ni un manual sobre los beneficios físicos y/o emocionales
demostrados que los besos generan en aquellos que los "consumen". Es
mucho más sencillo, incluso básico en cuanto a palabra escrita. Mis
primeros, primeros besos es un libro bonito y dulce. Visualmente muy
atractivo e impecable hasta el extremo. Sensible. Es sin duda el reflejo del
mejor primer beso que pudiésemos vivir. Con poco texto y muchas ilustraciones, Lyona nos relata los detalles de sus
primeros besos (los primeros veinticuatro besos, para ser exactos). Nos pone en
situaciones cotidianas y emociones comunes ante el mágico primer momento de
unir los labios y el alma. Siempre lleno de humor y sentimientos. Lo bueno de esto, es que hay tantos primeros besos,
como personas distintas con las que los hayamos experimentado. Y así nos los
describe Lyona. Como suele pasar, el
mejor, el último primer beso...ummm (esta vez en el mejor de los sentidos).
Un lenguaje sencillo y cercano que
completa con preciosos dibujos que ayudan, no sólo a ver a la protagonista en
estos íntimos momentos, también a vernos a nosotros mismos recordando los
nuestros. Este libro no es una lectura al uso, es un recorrido visual por una
de las acciones más bellas y placenteras de las que disfrutamos los humanos:
BESAR. Qué afortunados somos... Regálense besos y ofrézcanlos. El más
apasionado, el más dulce, o incluso el más casto. Si quieren pasear con la
sonrisa del recuerdo de momentos mágicos, o los más jóvenes, descubrir qué
encierran esos esperados contactos, disfruten con Mis primeros, primeros besos.
Y recuerden el primer beso, pero que nunca haya un último. Para ello, no dejen
de besar.
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