QUE EL TIEMPO NOS
ENCUENTRE. Teresa Viejo
Uno de los importantes motivos por el
que amamos los libros es porque nos transportan a mundos, momentos, lugares y
personas que, de otro modo, no conoceríamos. Sensaciones que inundan nuestro
cuerpo y nuestra mente al leer simples letras en papel. Unidas se convierten en
imágenes, emociones y sentimientos únicamente vividos gracias a tinta que se
transforma en palabras. Palabras que se transforman en vidas.
Que el tiempo nos encuentre es el claro ejemplo de dichas
transformaciones. Teresa Viejo nos
trae una novela emocionante y emocional, con una concentración de sentimientos
a flor de piel. Donde no pasan por alto los momentos en la historia propia y
ajena, en la que ni de lejos nos hemos parado a pensar. Cómo el atender nuestra propia historia en la
literatura, hace que desatendamos otras, que aunque parezcan lejanas, las
tenemos tan cerca que casi nos pertenecen.
Que el tiempo nos encuentre es una novela narrada a dos tiempos:
1936 y 1941. Momentos cruciales en la historia de nuestro país. Aurora es una
chica joven que cuida de los niños del matrimonio Vigil de Quiñones. A cuyos
padres, también los suyos servían. Con la amenaza de la inminente Guerra Civil
Española, deciden embarcarse rumbo a México llevándose a Aurora con ellos. Y
ésta a su vez, a su pequeño baúl lleno de sombras, tristezas y secretos. Se
encuentran en un país prolífero, alegre y en paz. Plagado de compatriotas y
donde la industria cinematográfica está en pleno auge. Mundo que marcará el
devenir de Aurora y de su amor a trompicones, Pablo Aliaga, joven pasional y
enfermizo de los guiones y claquetas. Con un afán de triunfo y prestigio que
hará que el amor tenga diversos significados.
Personajes como Edwina, alemana
misteriosa, dueña de una red de prostíbulos y amiga fiel de Aurora. Hugo, padre
de los niños y personaje destacado en la vida de nuestra protagonista. Diego Espejel,
famoso productor de cine mexicano clave en la historia y otros muchos
personajes, hacen un coro de voces inolvidables lleno de pulsiones humanas, que
se irán desgranando en esta travesía que es la vida de Aurora o... Vela Velier.
Que el tiempo nos encuentre no puede enmarcarse en un género
literario. Cuenta con la riqueza de muchos de ellos. Es una novela de amor a
raudales, en todas sus facetas. De intriga, con secretos que se arrastran de
principio a fin. Histórica, abarcando detalles de esos años grises para nuestra
historia, pero también llenas de luz para la mexicana. Nos adentra en
costumbres, pensamientos, olores y sabores del país americano que a veces, da
sensación que una novela landscape (paisaje), es la inspiración e idea de la
autora.
Especialmente me quedo con la buena
descripción de las emociones que Teresa
Viejo hace en su relato. Con una narrativa cuidada, intensa y profunda. Con
un ritmo imparable en la narración que atrapa al lector. Nos hace sentir
desnudos ante los avatares que la vida pone delante de sus personajes. Encontraréis
frases para el recuerdo, llenas de sensibilidad y valentía. Algunas tan
sencillas que no pueden ser más grandes. Me quedo con ésta:
"Necesito quererle sin que duela. Y no sé cómo hacerlo."
Las historias que envuelven son las
que nos hacen sentir vivos. Que el tiempo nos encuentre hace que
respiremos vida y que sólo seguir viviendo sea importante.
Mercedes, cada vez que leo una de tus reseñas me apetece el libro.
ResponderEliminarMuchas gracias, Flor. Con comentarios como el tuyo me queda un poquito más claro que transmito cosas con mis reseñas. No sabes cuánto te lo agradezco. Un abrazo.
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