El lunes nos querrán de Najat El Hachmi
Editorial: Destino
Os podrá parecer una tontería, pero acabo de cerrar el flamante Premio Nadal y sólo pienso en maldecir al maldito virus y el último daño que me ha provocado, que no es otro que impedirme ir a conocer a Najat El Hachmi en la presentación de El lunes nos querrán en Sevilla. Parece que utilizar como salvoconducto el encuentro con una autora, aunque fuese Najat, no era suficiente excusa. Si llego a leerlo antes de dicha fecha, hubiera estado dispuesta a ponerme de rodillas ante los agentes para que me dejasen pasar las fronteras. Qué bélico está siendo todo, y sin embargo yo sólo hubiese ido por amor.
Y digo así, por amor, porque aunque Los lunes nos querrán se esté vendiendo como el relato hacia la libertad (que también), todo lo que me llega de esta historia, el fin de cada paso, de cada lucha, de cada logro, es sobre todo el camino arduo para descubrir el amor, no penséis en el romántico de novela rosa, nada que ver. Es la búsqueda de la emoción básica más indestructible y poderosa que existe que, aunque no se conozca, se necesita.
Este relato en primera persona, a modo casi de diario que incluye a otra voz narradora muy presente, parece una conversación ante el espejo, o una carta cerrada con sobre lacrado al que nadie accederá ya, y sin embargo, parece que somos los únicos que podemos ver por el agujerito de lo más sagrado: los recuerdos, los sentimientos, la intimidad de las relaciones...
Najat El Hachmi nos narra la vida a partir de la adolescencia de una chica marroquí criada en España, en un barrio con familias exactas a las suyas. Un día conoce a otra chica, que se convierte en esa amiga de vínculo infranqueable. Ambas viven en terreno de nadie, bajo el techo de la cultura y religión de sus padres del que reniegan y están seguras podrán escapar algún día. La biografía de las chicas llega hasta años después, donde los logros no son los soñados, pero los muros derribados tampoco son los esperados, son mucho más. El peso de este libro puede más que una apisonadora.
La manera de narrar de la autora es el porqué gente como yo ama la literatura, creo que en realidad lo que amamos son personas que nos hagan sentir, sea con una conversación, con una charla, con el tacto... No iba a ser menos la literatura. Y ya no nos conformamos con menos. Hace tiempo que no me pasaba esto de no poder dejar de leer, de estar en otras cosas y pensar sólo en la historia del libro, en su autora, en la historia de tantas mujeres que no pertenecen a ningún sitio, pero tienen claro a dónde seguro no quieren pertenecer. Esta vida que acabo de leer es el mayor relato feminista que creo descubriré en mucho tiempo y habla de tan pequeñas cosas desde el marco occidental de siglo XXI, que consiguen hacerse gigantes en los oscuros ojos de Najat y que le demos la importancia que merece.
No podéis perderos este libro emocionante y valioso, os lo recomiendo con todas mis fuerzas al margen de estereotipos de galardón. Puedo decir que amo a Najat El Hachmi y que las malditas fronteras que me confinan no me harán desistir en mi camino a la libertar y al amor.