BRIDGET JONES, LOCA
POR ÉL. Helen Fielding
Seguro que todos conocéis a la
caótica Bridget Jones. Bien por las
anteriores novelas o por las adaptaciones cinematográficas con Renée Zellweger
a la cabeza. Pues bien, ¿qué más podría pasarle a nuestra protagonista para
superar las divertidísimas situaciones que ya hemos presenciado? Os aseguro que
hay mucho por descubrir en este nuevo episodio de su vida. Estoy pensando en ir
a disculparme con los vecinos por las múltiples carcajadas que me habrán
escuchado, mientras leía esta desternillante novela... Y no es ninguna
exageración. Nunca me he reído tantísimo leyendo, imaginando las escenas. Con
las películas es más fácil, pero la capacidad que tiene Helen Fielding para meterte en una escena divertida, a la vez que
sabes en cada instante lo que Bridget no sólo hace, sino lo que piensa y
siente, hace que desarrollemos un apego afectivo al personaje y la veamos cada
vez más encantadora, neurótica, divertida e inteligente. A pesar de ese caos
constante que tiene por vida ¿qué mujer no quiere parecerse a Bridget Jones?
La vida de Bridget ha cambiado de
nuevo. Tiene 51 años y tuvo dos hijos con su incombustible amor Mark Darcy:
Billy y Mabel. Hace casi cinco años que Mark falleció y decide que ha llegado
el momento de seguir viviendo: adelgazar (todo un clásico), volver a trabajar y
como no podía ser de otra manera BUSCAR UN HOMBRE. Para ello empieza un trabajo
incesante de actualización por todas las redes sociales, webs de ligoteo y
libros de autoayuda. Lo que viene a ser Bridget Jones en estado puro.
Especial mención a su brillante
incursión en twitter y los mensajes intercambiados con su toy boy. Al que encuentra precisamente en la red. Roxster tiene 30
años, mucho sentido del humor y un cuerpo hecho para el pecado. Os podéis
imaginar las situaciones de nuestra insegura y entrañable Bridget con un chico
veinte años menor que ella. No tiene desperdicio.
No quiero hacer spoilers, así que no
os desvelaré como sigue la historia, pero sí encuentro en esta tercera entrega
de su diario, más mezclas de sentimientos. A pesar de que la tónica general es
la risa inteligente, también hay momentos de dolor, de "revolcarse en el
fango", como le dice la psicótica de su madre. Bridget hace un ejercicio
de introspección sobre el dolor emocional. La inevitable obligación de seguir
adelante cuando no tienes motivos ni capacidad para ello. Conmueve, y al menos
a mí, me ha hecho pensar (con las incontenidas lágrimas que borraban las
letras) que no es más que la vida misma.
Helen Fielding vuelve a utilizar el
método que tan bien le funciona en su narración: diario, encabezado por la enumeración
de cosas hechas y por hacer (genial) y con un discurso inteligente, muy actual
e incluso a veces, cínico, aunque encubierto por esas reflexiones tan reales.
Por ello sólo podemos reír y seguir riendo. Y qué bien sienta reírse...
Queridos lectores, ya sabéis que amo
los libros. Todos y cada uno de ellos. A todas mis lecturas les saco cosas
positivas. Pero con pocas tengo la necesidad inmediata de salir corriendo, para
compartir en ese mismo instante con alguien que de verdad me entiende, lo que
estoy leyendo. He deseado compartir mi risa. Me hubiese apetecido tanto leer en
voz alta y en directo la brillante y entrañable historia de Bridget, que voy a
tener que releerla...
Sólo puedo terminar esta reseña con el deseo de que compartáis vuestras risas, como yo. Con Bridget Jones las tenéis aseguradas.
Qué importante es reírse, como sea y si es como dices con algo como un libro y de forma no zafia (qué también tiene su aquel).
ResponderEliminarDe nuevo has sabido trasmitir tu entusiasmo por lo que has leído.
Ay mi Virto, que no había visto tu comentario!!! Mira, no estará Bridget destinada a ser un clásico de la literatura, pero con lo bien que me lo he pasado, ni falta que le hace. Qué buenos ratos!!! Lo recuerdo y aparece la sonrisa en mi cara... jajajaj, que risas...
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