DESAYUNO CON
DIAMANTES. Truman Capote
Me he quedado con una sensación
de gran sorpresa. Esto es justo lo que sentí cuando cerré la última página del
libro. Estas veces en las que vuelves a hojearlo, que no te quedas tranquila,
como si hubiese alguna pieza con la que no contabas en tu idea preconcebida de
esa lectura. Tal sorpresa en parte se debe a mi ignorancia sobre la narrativa
de Truman Capote, escritor de culto para muchos y desconocido y ansiado por
conocer para mí. Hace algún tiempo que amigos lectores me recomiendan que lea
su obra, especialmente “A sangre fría”, pero
por las cosas del destino, un día cae en mis manos una edición antiquísima de “Desayuno con diamantes” y al ser del
mismo autor, no dudo en “empaparme” de su literatura.
Mi primera sorpresa es que en
menos de 90 páginas la historia termina. Siempre había supuesto que era una
novela larga. Además, la historia concluye, pero hay otros tres relatos más
dentro del libro que junto con Desayuno
en Tiffany’s componen esta obra.
La segunda sorpresa me la llevo
cuando leyendo la historia de Holly Golghtly, no la identifico con Audrey
Hepburn en la también ya clásica película basada en la obra de Capote. Confieso
que no he visto la película, pero las imágenes que todos conocemos de ella me
inspiraban un aire de superficialidad y saber estar de la protagonista que para
nada es la característica primordial de ésta en el relato. Por supuesto tengo
que ver el film para salir de mis errores.
En definitiva he conseguido
desmitificar un conjunto de ideas erróneas, que me han hecho, cosa que
agradezco, conocer un poquito la obra de este autor.
Desayuno con diamantes en
un libro corto, pero no por ello encierra menos historias e intensidades en las
mismas. Está compuesto por cuatro relatos. El primero y más largo es Desayuno en Tiffany’s: Holly Golghtly es
una veinteañera con una belleza y un halo de elegancia y misterio que embelesa
a hombres adinerados, de cuya compañía convierte su modo de vida. Su historia
la narra su vecino y amigo aspirante a escritor que intenta comprender los
entresijos de la psique complicada de Holly que, además de enigmática, la hace
inaccesible.
Capote tiene esa forma de narrar
tan apasionada que parece que da un poco igual lo que pasa en las tramas,
siempre y cuando podamos seguir leyendo más de su narrativa especial y
diferente. La imaginación al leer te transporta a otros tiempos más lentos, con
menos prisas, donde todo se vive más intensamente y donde las experiencias
cotidianas no son tan fugaces ni superficiales. Sinceramente, en esta historia
me quedé con ganas de más.
Los otros tres relatos: Una casa con flores, Una guitarra de
diamantes y Un recuerdo navideño, con menos de veinte páginas cada uno, os
dejo que lo descubráis vosotros, pero sí os adelanto que no está reñida la
extensión de los relatos con la intensidad de las historias que en ellos se
recrean. Son cuentos muy humanos con un abordaje y trato a las emociones muy
trabajadas y que no dejan indiferente. En especial me quedo con el último
mencionado y que cierra esta obra. Me dejó con un nudo en la garganta, consigue
que empaticemos con los protagonistas a unos niveles muy profundos.
Ahora que me estoy adentrando en
el mundo de los relatos (siempre he sido mucho de novelas interminables),
probablemente me equivoque, pero veo similitudes narrativas y emocionales entre
Truman Capote y la última premio Nobel de literatura Alice Munro: pocas
páginas, historias intensas y nada superficiales, con los sentimientos y
emociones por bandera y una narrativa que, sin ser complicada ni incomprensible,
no deja de ser muy elaborada y escrupulosamente elegante. En conclusión:
LITERATURA en mayúsculas.
Si aún no habéis descubierto a
Truman Capote, no esperéis tanto como yo para hacerlo. Estoy segura que a todos
los apasionados de las letras os gustará. Yo sin duda, seguiré leyéndolo.
Mercedes Suero Fernández
7 de Noviembre de 2013
Hace tiempo que yo tampoco leo relatos, así que has despertado el gusanillo. Ya te he hablado de Cortázar verdad, jejeje. Pues ya sabes, a seguir con los relatos, a seguir descubriendo y sobre todo destaco de lo que comentas eso de literatura con mayúsculas que en estos tiempos de hacer caja y obras apresuradas no está de más. Suelo considerar lo que he leido como obra con calidad o no dependiendo si con el paso del tiempo recuerdo detalles que al traerlos al ahora me siguen golpeando la conciencia y entiendo que Capote puede llegara conseguir eso.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con tu comentario, Víctor. Conociéndote me atrevo a decirte que leas a Alice Munro (te acuerdas de aquel libro que compré?) Sorprendete... más adelante la reseña. Un beso.
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